domingo, 30 de diciembre de 2012

sábado, 10 de noviembre de 2012

miércoles, 7 de noviembre de 2012

martes, 6 de noviembre de 2012

lunes, 15 de octubre de 2012

Fets diferencials

En la cuestión de ser aceptable en Cataluña, el catalanismo admite algunos grados. Puedes ser un poco más o un poco menos nacionalista siempre que seas de izquierda. Joan Ferran puede hablar de la "costra nacionalista" pero le salva ser del PSC. Lo que te convierte decididamente en facha y anti-catalán es ser de derechas y no nacionalista. De hecho, no hay ni un nacionalista por conservador, antiabortista o neocon que se defina como de derechas. Joan B. Culla tiene un libro, "La derecha española en Cataluña", donde asegura con todo el morro que desde la Transición hasta la fecha, la derecha en Cataluña es única y exclusivamente española. Es decir, extranjera, ajena a la mentalidad y a la historia política local. Parece que en esto sí debe haber alguna justificación genética. Nos falta el cromosoma de ser de derechas. Es uno de nuestros "fets diferencials".


Citileaks, los españolistas de la plaza real. MARIA TERESA GIMÉNEZ BARBAT

jueves, 11 de octubre de 2012

Contra la inmersión lingüística

La opinión de Jesús Royo en La Voz de Barcelona.



Mercè Vilarrubias desmonta el argumentario justificador de la inmersión lingüística, y lo hace de la manera más eficaz: sin alharacas ni aspavientos, acudiendo a la realidad con la lupa -¡cruel lupa!- de la ciencia… La inmersión lingüística obligatoria que se practica en Cataluña es pura bazofia intelectual, pedagógica, social y política. Y también lingüística, si me apuran. Nunca ha habido estudios teóricos solventes que la avalaran. La pedagogía catalana más fiable en los años setenta y ochenta, o sea Marta Mata y la Escola Activa, nunca propuso la inmersión, sino educación en lengua materna hasta la segunda etapa de Primaria.
¿Cómo un producto de tan poca calidad ha podido imponerse en todas las instancias de Cataluña -todas las que cuentan, claro- con absoluta impunidad, sin el más mínimo debate? Ahí han tragado todos los partidos políticos -todos los que cuentan, claro-, de derechas y de izquierdas, y todos los medios, todos los opinadores, todos los profesores universitarios, toda la intelectualidad. Con honrosas y a veces dramáticas excepciones.
¿Cómo nos tragamos que la lengua materna no es importante: sobre todo si es la de los otros? (Els altres catalans). ¡Tanto como argumentamos cuando el franquismo sobre la conveniencia de introducir la lengua materna en la escuela! ¡Y la de traumas que habían sufrido los niños catalanohablantes por esa razón! Ahora de repente no había trauma ninguno: ¡que los niños son esponjas, hombre! Y para rematar, cómo tragamos (el sarcasmo) con lo de la cohesión social, con que el catalán garantizaba una sociedad más solidaria, más unida y más igualitaria.
Algunos aún creyeron -y creen- que la inmersión era lo mejor para Cataluña, o para el catalán. ¿De verdad no escolarizar en su lengua a la mayor parte de catalanes es lo mejor para Cataluña? ¿Para defender a Cataluña hay que ofender a la mayor parte de catalanes? ¿De verdad el futuro del catalán pasa por la pérdida de derechos de los catalanes? Y si hubiera que elegir, ¿qué es lo primero?
Todo ese sucio argumentario lo desmonta Mercè Vilarrubias en su libro Sumar y no restar, que va a ser la revelación de este año. Y lo hace de la manera más eficaz: sin alharacas ni aspavientos, acudiendo a la realidad con la lupa -¡cruel lupa!- de la ciencia. Conclusión: el programa de inmersión obligatoria no merece el título de programa pedagógico, ni social: solo político.
Y como programa político resulta altamente sospechoso. Y peligroso. Es explosivo, y está caducado. Pues hagamos con él lo que se hace con los explosivos caducados: abandonarlos. Es un milagro que aún no haya explotado. Desactivémoslo, ya.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Sin español en la estación

La carta de un lector publicada en ABC.  

                                                                                                                                                                                Estoy interesado en ir a Francia con el nuevo tren de alta velocidad y por ello, me dirigí esta semana al servicio de atención al cliente de Renfe de mi ciudad, en Lérida. Cuál es mi sorpresa cuando me facilitan folletos y todo tipo de información sobre este servicio en catalán, en inglés y en francés, pero resulta imposible obtenerlo en español. No es la primera vez que ocurre algo parecido. Otros dípticos y folletos, como, por ejemplo, los de los trenes Avant entre Lérida y Barcelona, están disponibles muchas veces en un curioso formato bilingüe, en catalán e inglés, pero tampoco están en español. ¿Es casualidad la marginación del español de unos años a esta parte en Renfe en Cataluña? No sé si sus responsables están haciendo algún tipo de «méritos» ante el Gobierno catalán. Lo que sí sé es que despreciar la lengua de la mayoría de sus usuarios, incluidos muchos de paso, procedentes de todas partes de España, no parece la mejor manera de prestar su servicio.

Miguel Torres, Lleida.

lunes, 8 de octubre de 2012

Cataluña, ayer y hoy

¡¡50 años de "Cavall fort"!!

                                                                                                                                                                              Desde hace unos meses se están celebrando los 50 años de la revista  infantil "Cavall Fort", publicación que nació en 1961 para ayudar a leer y escribir en catalán. Hago números y hay algo que no me cuadra, y es que llevo toda la vida escuchando que el catalán estaba prohibido antes de la llegada de la Democracia.  O no es cierto que "Cavall Fort" tenga tan larga vida y se han descontado con los años o algunos se han dedicado a manipular el pasado para crear el presente y el futuro de Cataluña.

domingo, 7 de octubre de 2012

La ILO (Inmersión lingüística obligatoria) tiene los días contados

La opinión de Jesús Royo en La Voz LIbre.  
                                                                                                                                                                 Después de leer Sumar y no Restar, de Mercè Vilarrubias (Montesinos, 2012) uno se queda con esa impresión: la inmersión lingüística obligatoria en catalán tiene los días contados. Quizá el próximo curso será el último con la ILO en su formato actual. Vamos a ver una reformulación de la enseñanza de las lenguas en la escuela catalana: es inevitable, está cantado. La ILO no es sostenible. No es sostenible, y tampoco se sostiene: ni pedagógicamente, ni socialmente, ni políticamente. Ni siquiera como defensa de la lengua catalana: a las lenguas les sienta mejor la libertad que la imposición. Olviden lo de la línea roja, olviden lo de “ni un paso atrás” y el “no serem moguts”. De repente la ILO se ha quedado sin razones, sin justificación ninguna. Y empieza a ser vista más como una rémora que como una ventaja: una cosa sucia de la que avergonzarse, un descrédito de Cataluña y de la propia lengua catalana. El libro que comento y que se presentará oficialmente el 12 de junio (el 19 de junio en Ágora Socialista) es de una contundencia absoluta. Pero no contundencia por la cantidad de calificativos (o mejor, descalificativos), improperios y epítetos que los contrarios a la inmersión solemos dedicarle, no. Es un libro pausado y ecuánime, como suele ser la prosa británica, o más concretamente la prosa académica británica. Lo cual no impide que en ocasiones aflore una ironía mucho más eficaz que todos los vituperios. Valga un ejemplo: cuando la Defensora del Pueblo fue calificada de “falangista” por Josep Huguet (ERC), porque proponía la libre elección de lengua en la escuela, la autora comenta: “no soy historiadora, pero sé que la Falange y todas las formas de fascismo están muy lejos de creer que los ciudadanos deben ser libres para escoger”. Eso en tenis se llama una dejada en la red. No es un libro militante. Mercè Vilarrubias, catedrática de ingés en la Escuela Oficial de Idiomas, adopta el punto de vista escéptico y aséptico del científico. Chequea la ILO sin pasión, profesionalmente, como el ingeniero que realiza un control de calidad, como el médico que pasa un escáner. Todos los profesores hemos tenido en algún momento la sensación de que la inmersión no nos cuadraba, de que fallaba por algún lado. Vilarrubias sigue el hilo de esa perplejidad, y concluye que la inmersión no cuadra por ningún lado. En los seis capítulos de libro intenta poner negro sobre blanco las bases de la ILO, esas bases que siempre se nos venden como indudables, absolutas y clamorosamente aceptadas por todos. Lo hace en forma de preguntas, pedagógicamente: 1.- ¿Existe un amplísimo consenso acerca del sistema de inmersión? 2.- ¿Los alumnos logran una competencia alta en ambas lenguas oficiales? 3.- ¿Estudiar en lengua materna no es importante ni necesario? 4.- ¿Tener una doble red de escuelas supondría segregar a los alumnos? 5.- ¿La ILO garantiza la cohesión social en Cataluña? y 6.- ¿Presentar alternativas al modelo de ILO implica, necesariamente, ser facha y anticatalán? Y el escáner resulta devastador. El sistema de inmersión es claramente insuficiente, no resiste un análisis mínimamente serio, está lleno de agujeros por todas partes. La única bondad que tiene es que la sociedad catalana cree que es bueno: o sea, pura tautología, mitos nacionales injustificados, mantras repetitivos a porrillo. Para empezar, el consenso amplísimo sobre la inmersión solo lo es entre los políticos -los adictos al mantra-, porque las encuestas parecen decir que una parte significativa de población preferiría poder escoger la lengua escolar, y que ambas lenguas fueran vehiculares. La competencia alta en las dos lenguas oficiales no está garantizada, ni mucho menos, para el castellano: como demostración, la reciente prueba de final de primaria, sonrojante. La Unesco sigue diciendo que la lengua materna siempre debe ser la opción primera: la inmersión en otra lengua solo puede ser una opción voluntaria. ¿Segregar por lengua? “Segregar” solo tiene sentido si es algo obligatorio, contra la voluntad de la gente. Si existen opciones diversas, no hay segregación, sino elección. Y finalmente, que la ILO garantice la cohesión social es otro mito: lo que sí es factor de cohesión es la calidad y la equidad de la enseñanza. Muchos recordamos, y al hacerlo nos sube un sabor agrio a la boca, que los teóricos de la ILO siempre prefirieron la catalanidad a la calidad. Y así nos ha ido. Lean el libro, y subráyenlo a placer. Sientan el subidón del pensamiento libre. Sientan el gustazo de desmontar los mitos nacionales, los idola tribus. Y prepárense a una escuela catalana realmente normal, sin ILO. Se adivina, está al caer. Quizás a la vuelta de la crisis.

jueves, 4 de octubre de 2012

Equidistantes

El freno prinipal al avance de nuestras ideas no lo ponen los independentistas totalitarios, sino los tibios a los que se refiere el Apocalipsis o, por decirlo como Conrad, los demonios flácidos. es decir, los equidistantes, los que creen que lo que planteamos es un conflicto entre nacionalistas catalanes y nacionalistas españoles. Conozco a muchos que piensan así. Casi te diría que son mayoritarios. a algunos hay que dejarles de lado pues son estúpidos sin remedio, pero otros son recuperables. Son gente a la que el lavado de cerebro le ha hecho creer que todo debe plantearse en términos de nacionalismo de uno u otro signo.


Palabras de Ferran Toutain recogidas en "Citileaks" un libro de Teresa Giménez Barbat.

viernes, 28 de septiembre de 2012

PSC y nacionalismo


La carta de un lector de El Periódico de Catalunya.


Para una persona que se identifica con el progresismo es muy decepcionante que el partido progresista de Catalunya que debería ser el PSC no tenga respuestas críticas hacia lo que representan el nacionalismo y el independentismo, la carga de intolerancia que tiene este pensamiento en un contexto europeo y español. Que la respuesta oficial al cambio estratégico de CDC, que pasa de un nacionalismo más o menos integrador a otro muy diferente, sea que este partido no es coherente si pacta con el PP es muy sorprendente. Esta podría ser la respuesta de un militante de CDC que quiere la independencia, pero no puede ser una respuesta progresista y crítica que va al fondo de la cuestión. Parece que en el PSC no han hecho una reflexión de lo que representa la cultura nacionalista del agravio y el enfrentamiento (sustancia de este pensamiento) que sufrimos continuamente desde los medios de comunicación (mayoritariamente nacionalistas) de Catalunya. Los que rechazamos cualquier nacionalismo que niega o enfrenta identidades estamos muy solos en Catalunya, y por eso creo que el PSC no está asumiendo sus responsabilidades.

Toni Berdié - (Barcelona)

jueves, 27 de septiembre de 2012

martes, 25 de septiembre de 2012

El castellano no perjudica la salud


La opinión de José Domingo en La Razón.




Los voceros y los responsables políticos del catalanismo se alarman y ponen el grito en el cielo porque algunos padres pretenden incrementar las horas lectivas en castellano en las escuelas catalanas. Les acusan de romper la convivencia.

Vista la furia con la que defienden las virtudes del método de inmersión lingüística obligatoria en catalán resulta incomprensible que la UNESCO no haya aconsejado exportar el modelo a todos los países del mundo y que pedagogos finlandeses no peregrinen a la sede del Departamento de Enseñanza a aprender de tamaña excelencia. Todavía es más extraño que lo más granado de la élite catalana –entre ellos, algunos de sus honorables e ilustres dirigentes– esquiven tan «beatífico» sistema y matriculen a sus hijos en centros docentes franceses, alemanes, británicos e incluso suizos.

Lo que es incuestionable es que las autoridades catalanas han dictaminado que estudiar en castellano es nocivo para el catalán. De ahí su obstinación en evitar que cualquier alumno resulte contaminado por el contacto con materias en español. ¿De verdad es tan lesivo? ¿Acaso instruir algunas horas en castellano atonta? Millones de niños en el mundo cursan sus estudios en este idioma, con el que se identifican, y sus resultados dependen de su esfuerzo y de la calidad del sistema educativo. Los datos de la propia Generalitat desmienten el tremendismo catalanista. Es necesario recordar que la mayoría de los que iniciaron la EGB en el curso 78-79 y siguientes cursaron sus estudios en escuelas bilingües, la inmersión obligatoria comenzó a partir del año 92. Pues bien, la Generalitat convalida automáticamente el nivel C de catalán a quienes terminaron el BUP a partir del curso 88-89, por lo que presume que todas estas personas tienen conocimientos más que suficientes de catalán.

Ninguna norma reconoce el derecho a ser educado en castellano en España. En cambio, el vigente Estatuto de Autonomía de Cataluña sí incluye el derecho –y obligación– de las personas a ser educadas en catalán. El absentismo de los gobiernos de la nación en esta materia ha sido escandaloso. Ha llegado la hora de corregirlo. La Ley debe garantizar la escolarización en castellano también a los catalanes. Quienes quieren lo mejor para sus hijos, que sean educados en catalán y en el idioma nacional de forma equilibrada, no tienen por qué soportar linchamientos ni convertirse en héroes. Debería bastarles con rellenar la hoja de matriculación en un colegio o instituto.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Arrecia lo de "Espanya ens roba"

La opinión de Jesús Royo en La Voz Libre.




Durante muchos años, el gobierno se resistió a la pretensión de publicar las llamadas balanzas fiscales. Decían que había muchas maneras de medirlas, que solo servirían para sembrar la discordia entre las comunidades, que si nabos que si coles. Ese oscurantismo alimentó teorías de todos los colores y todos los gustos. Al final, Zapatero las publicó, supongo que en un ejercicio de buena fe o en pago a algún servicio de los nacionalistas. Y se armó el belén. Desde entonces en Cataluña no han parado de dar la vara sobre el “expolio fiscal”, han salido especialistas en demostrar cuánto perdemos estando en España, y lo felices que seremos si vamos a nuestro aire, que ataremos los perros con longanizas y a lo mejor incluso ligamos más. Vean, por ejemplo, http://www.zeniting.com/player.php?id=228 o vayan directamente a Google, y busquen “espoli fiscal català” o “espanya ens roba”, y se lo pasarán bomba, o les entrará una urticaria insoportable, depende.

El discurso -iba a poner peñazo, pero pongamos discurso, contengámonos- sobre el expolio fiscal se ha extendido por las capas populares de toda Cataluña como un reguero de pólvora, por usar el tópico abusando del lector. Ahora ese discurso pertenece a las nociones elementales, las verdades evidentes y la realidad palpable de todos los opinadores. De manera que el crecimiento del independentismo hay que atribuirlo sobre todo a esta cuestión. Muchos castellanohablantes, muchos obreros del cinturón rojo se han vuelto indepes porque les dicen que sus ahorros, su piso, su coche y su parcela, lo que han conseguido matándose a trabajar durante toda la vida, ahora va a venir Madrid y se lo va a llevar allá, a sus fincas de señoritos, para sus paseos a caballo, sus tientas y sus cacerías. Yo pensaba que ese discurso tramposo, demagógico y desleal iba a desprestigiarse pronto, que al final iba a ser contraproducente, pero no, no para, al contrario, sigue y va en aumento, y ya hasta las instancias académicas, los diarios serios y las gentes de la izquierda más acrisolada lo dan por bueno. Ha habido, por parte del pensamiento político no nacionalista, una dejación, una abstención pudorosa, un acojono, por decirlo mal y pronto, para contrarrestarlo con contundencia. ¿Cómo es posible que si digo “los catalanes pagamos la renta igual que el resto de los españoles” nadie se lo crea? ¿O si apunto “a los catalanes nos dan lo que nos corresponde por una ley aceptada y pactada por todos los españoles”, se lleven el dedo a la sien como diciendo “tú estás tonto, o qué”?

Pues esa labor es urgente. Hay que contrarrestar el discurso del expolio fiscal, desprestigiarlo y ridiculizarlo por simplón y reaccionario. Tan reaccionario como decir que los parados son unos vagos, o que los inmigrantes son delincuentes. O que los impuestos son un robo. Es cuestión de cultura y de moral social, cosas ambas de las que en España no andamos muy fuertes. Aquí está bien visto escaquearse de Hacienda, colarse en el metro, saltarse una cola, copiar en los exámenes y llegar tarde. Pues en ese género de cosas abyectas hay que colocar la insolidaridad fiscal. Yo la llamo “la queja lombarda”, por ponerle nombre de chiste y de cantinela sin sustancia.

Pero además hay que prestigiar y dar valor al Estado de derecho como ámbito de solidaridad, de libertad y de igualdad. Hablemos alto y claro. 1: en España todos pagamos la renta por igual (con la excepción escandalosa e insolidaria de los conciertos vasconavarros). 2: el reparto se hace con criterios de igualdad, modificada por la gravedad de las necesidades, y siempre mediante pactos. 3: quejarse de que “yo pago más” o “yo recibo menos” no tiene sentido más que como presión -inaceptable- para forzar un privilegio. 4: el déficit o el superávit fiscal es consustancial a la esencia del Estado, y es una consecuencia del criterio de igualdad. Igual que los sanos tienen déficit fiscal frente a los enfermos, o los empleados frente a los parados. Ahora Cataluña es más rica y por tanto los catalanes debemos pagar más, pero no siempre fue así, ni siempre lo será. Igual que el empleado subvenciona al parado porque él mismo podría un día perder su empleo, una región rica puede empobrecerse y necesitar de la solidaridad de las demás: recuerden Asturias, recuerden Valonia. Ante el déficit fiscal, la respuesta cívica es felicitarse. La respuesta egoísta, insolidaria y cutre es lamentarse, pedir trato preferente, reclamar prioridades. Alerta PSC.

Millones para Ómnium

La carta de una lectora de El Periódico de Catalunya.



Òmnium Cultural representa el nacionalismo catalán más radical. Y con una cuenta corriente bien llena que Artur Mas ha decidido engordar con una generosa subvención de 1,4 millones de euros. Con ese dinero, más de un millón de catalanes se podría ahorrar el famoso euro por receta, pero CiU tiene prioridades. Para educación y sanidad no hay dinero, pero para una organización dedicada a generar resentimiento contra el resto de España y fomentar el incumplimiento de leyes y sentencias, Mas tiene dinero de sobras. Solo falta que los nuevos ricos de Òmnium Cultural nos vengan con el rollo del déficit fiscal, cuando ellos son los primeros que viven a costa de los impuestos que pagamos los demás.


Raquel C. Cañellas
Barcelona

Mas, el socio del PP, bate el record de multas lingüísticas

http://www.vozbcn.com/2012/02/23/103314/mas-record-multas-linguisticas/


martes, 18 de septiembre de 2012

Ni bilingüismo, ni menos gasto identitario

Noticia dedicada a los que siguen confiando en el PP.



http://www.vozbcn.com/2012/02/14/102477/ciu-pp-acuerdo-presupuesto/

Por defecto, en catalán


Como sabéis en Catalunya cuando vas a un cajero automático, cuando vas a sacar un billete de metro... o cuando haces muchas más gestiones, las instrucciones te las encuentras en un primer momento en catalán. Siempre me ha hecho gracia que cuando pregunto la razón, me contesten que es filosofía de la empresa que se informe por defecto, en catalán. ¡Hombre! es una manera de actuar opinable, pero defecto, defecto....

viernes, 14 de septiembre de 2012

Catalunya roba a L´Hospitalet de Llobregat


Mientras los de siempre siguen con la cansina cantinela de que "Espanya ens roba", Catalunya sigue robando a L´Hospitalet de Llobregat. Concretamente la Generalitat debe al Ayuntamiento de mi ciudad cerca de 17 milllones de euros de los que 1´2 corresponden a la escolarización de los niños del curso 2010-2011. Pues eso...

lunes, 23 de julio de 2012

¡Que Viva España!

Los Mossos d´Esquadra han decidido que la mejor manera de protestar contra el President Mas es cantarle el clásico ¡Que viva España! y mostrarle banderas rojigualdas. Lo malo de todo esto es que seguramente aciertan, esta es la peor ofensa que se le puede hacer al Presidente autonómico. Desde luego la cosa está fatal...


lunes, 14 de mayo de 2012

El PSC, palanganero del nacionalismo


La opinión de Jesús Royo en La Voz Libre.


Lo dijo Artur Mas y lo repiten todos los nacionalistas, nacionalistas de fuera y de dentro del partido: gracias al PSC se ha evitado la creación en Cataluña de dos comunidades lingüísticas. El PSC ha logrado implicar a la comunidad castellanohablante en la “construcció nacional”: en los barrios obreros campea la senyera, la bandera española aparece sólo cuando lo manda el protocolo y por imperativo legal, todo el mundo acepta la inmersión lingüística escolar como cosa natural y superguay, incluso avanza el mensaje del expolio fiscal (España nos roba) en el cinturón industrial, y por ende el aumento del independentismo. Si cuando seamos independientes esto va a ser la caraba, si ataremos los perros con longanizas, soy independentista, claro, visca Cataluña y tonto el último. Todo eso gracias al PSC.

Esta semana pasada estuve en calle Nicaragua, en unas jornadas de Esquerra Socialista. La sede del PSC impresiona por la bandera, de unos tres metros de ancho y larga como todo el edificio, de arriba abajo, cuatro pisos. La bandera cuatribarrada, claro. Creo que ni en el PP hay una bandera tan ostentosa. Posiblemente ni en CIU. ¿Y la bandera roja, símbolo de la lucha obrera por una humanidad sin clases ni patrias ni patrones? Olvídense, la mandaron al tinte hace unos cuantos congresos, y no ha vuelto. ¿Y la bandera española, la de la Constitución y las libertades democráticas, la que representa al estado de las autonomías, la que nos llevó a Europa? Vade retro, en can PSC esa es la bandera facha, la de Franco, y de ahí no se apea nadie. En el PSOE, que lleva la E en sus siglas, se acepta la bandera constitucional aunque sea con la boca pequeña: nunca la sacarán en una mani, por ejemplo. Pero en el PSC es que ni por asomo, es como una bicha venenosa que no hay ni que mentarla. Tanto empeño se merecería mejor causa, digo yo.

Uno llega a la conclusión de que la retórica izquierdista, compañeros, lo del gran capital y la perversa banca y los pérfidos mercados chupando la sangre a las clases populares (desfavorecidas, en la nomenclatura sosorria del zapaterismo), todo eso es, en el PSC, pura retórica, envoltorio, y en definitiva, mentira. El PSC en realidad es el ala charnega del nacionalismo. Su función es complementaria -y subsidiaria- de CIU, y quizá históricamente más importante que la propia CIU. Su misión es controlar a la clase trabajadora con palabras bonitas, pero evitando -o para evitar- su acceso al poder. Aquí quien manda son los catalanes, en su sentido restrictivo: los que hablan catalán preferiblemente como lengua materna. Los castellanohablantes somos, de entrada, elementos sospechosos. Podemos aspirar a cierta cuota de poder -algún ayuntamiento del cinturón, quizá una diputación, migajas- pero antes debemos pasar por un proceso de lavado, plancha y pintura que nos ponga en condiciones. Hablar en catalán, está claro. Pero sobre todo, mostrarse agradecido con la sociedad “acollidora”. Ser discreto, no hablar mucho, aceptar el reparto y el estado de cosas, estar contento con el papel subalterno que nos ha tocado. Estilo Manuela de Madre, vaya. Y por encima de todo, no ser -ni parecer- anticatalanes, lerrouxistas. Vitorear al Barça, que nos incluye, generoso: tant se val d'on venim. Y felicitarse por la inmersión lingüística como garantía de progreso de nuestros hijos, catalanes ya a todos los efectos, aunque ahora no, en el futuro. Ya me dirán ustedes en qué se diferencia el papel de los castellanohablantes dentro del PSC del de los negritos de la hacienda de los O'Hara en 'Lo que el viento se llevó'.

Invito a los delegados al próximo congreso del PSC que se sacudan ya el complejo tonto de catalanes-pero-menos. Hablar castellano es normal, es la lengua del 80% de socialistas catalanes. El PSC no es el cortafuegos del nacionalismo. No somos palanganeros de CIU.

sábado, 14 de enero de 2012

El peligro de una sociedad que se cierra


Parte de la entrevista realizada en La Vanguardia a Inger Enkvist, hispanista, ensayista y pedagoga sueca.


¿Qué opina de la inmersión lingüística?
Que la educación no debería de ser una cuestión política. Catalunya debería permitir a la familia elegir entre el castellano y el catalán como lengua vehicular si lo que queremos priorizar es el dominio del lenguaje.

Cuénteme.
Lo más importante es que los niños tengan vocabulario y conocimientos, y para eso escuela y padres deben estar de acuerdo y fortalecer la lengua materna, así es más fácil aprender el otro idioma, pero como materia. En mi país se dan tres clases por semana en sueco y todo el mundo habla sueco. La lengua es un instrumento, no una meta.

Entiendo.
Entre mi universidad y la catalana había un acuerdo de intercambio de estudiantes, pero no quieren venir por la cuestión del idioma, ellos han estudiado español y quieren perfeccionarlo. Si una sociedad se cierra está quitándole oportunidades a sus jóvenes.

Y ahora resulta que quien roba en realidad es Catalunya.


Tanto repetir que "Espanya ens roba" y resulta que el alcalde de Barcelona, Xavier Trias ha denunciado que la Generalitat debe a su ayuntamiento 200 millones de euros. Claro que estos datos no se utilizarán como arma arrojadiza ni con sonrojante demagogia. El día que se abra el melón de las balanzas fiscales algún polluelo se aarrepentirá de haber piado tanto.

viernes, 13 de enero de 2012

Recortes en todo menos en embajadas y lengua


Noticia publicada en ABC.


La reducción del presupuesto de la Generalitat de 2012 apenas afecta a la partida destinada a promoción de la lengua catalana, 40,5 millones frente a los 40,7 millones que se gastaron en 2011. Esta cifra abarca la oferta de cursos, incremento de la presencia del catalán en el cine y, en general, mejorar la competencia lingüística oral y escrita y "promocionar acciones para la oficialidad del catalán en las instituciones europeas en el marco de las relaciones Estado-Generalitat e incrementar la presencia del catalán en el mundo".

Por otro lado, la acción exterior del gobierno autonómico, presidido por el nacionalista Artur Mas, pasa de 35 millones de euros a 26,9 millones de euros. En este capítulo se incluye el apoyo a las comunidades catalanas en el exterior con la finalidad de "defender los intereses catalanes ante la UE y el resto de actores internacionales". La partida contempla las controvertidas "embajadas" catalanas en el extranjero, que supondrán idéntico gasto que en 2011, un total de 1,1 millones de euros.

Los presupuestos del año próximo ascienden a 37.027 millones de euros -contando la Generalitat y todas sus empresas-, un 5,9 % un menos que los de 2011. La partida destinada a personal supone la cuarta parte del gasto, un 25,8% frente al 24,5% de 2011 -se pasa de 9.649 millones a 9.548 millones en 2012-, aunque esta cifra no incluye el impacto de los recortes anunciados en el ámbito del funcionariado y empleados públicos. Desciende, eso sí, el gasto en altos cargos y personal eventual, cuyo número baja a 523, aunque el gran decremento se produjo el año pasado, cuando se pasó de los 721 asesores heredados del ejecutivo tripartito a 549.

martes, 10 de enero de 2012

Dando la mano al nacionalismo



Una vez que ha finalizado la constitución de la Cámara, lo primero que ha hecho Rajoy ha sido reunirse con Duran i Lleida. Ni con una mayoría absoluta se quitan el complejo de regalar concesiones al nacionalismo.

sábado, 7 de enero de 2012

De lenguas propias


El nacionalismo lingüístico ha impulsado la batalla por la supremacía lingüística como la batalla principal en su lucha por la hegemonía. Para justificarse, ha recurrido a una curiosa retorsión del léxico que impulsa una retorsión más agresiva de la realidad social. Las piezas principales de ese léxico contrario a los hechos son los conceptos de lengua propia y de normalización lingüística, en este orden. Los sociolingüistas al servicio del nacionalismo han creado el sintagma "lengua propia" para oponerlo al concepto empírico de "lengua materna", que como el adjetivo indica no denomina otra cosa que la lengua que adquirimos espontáneamente en el seno de la comunidad de lenguaje familiar, es decir, escuchando y hablando con la madre, padre, hermanos, abuelos, tíos, amigos de la familia -biológica o de adopción-, vecinos locuaces y demás deudos. O en el orfanato, si nos ponemos dramáticos. Es un concepto cristalino: cada cual tiene como lengua materna la que el azar del nacimiento le ha deparado. No hay en esto ni ideología ni identidad, solamente historia y biología.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN