
CIU ha llegado al Govern y se está haciendo notar. La lucha contra la violencia machista ya no tendrá a partir de ahora en Catalunya rango de programa específico. Una decisión tomada a pesar de que una macroencuesta de la Conselleria d´Interior haya desvelado que una de cada cuatro catalanas han sufrido almenos una agresión de especial gravedad.
El nacionalismo catalán ha dejado patente su falta de sensibilidad frente a la violencia machista. Si aumentan las víctimas, ellos serán responsables. Y si el problema es económico. Hay muchas partidas de donde restar, por ejemplo las que financian la ensoñación de una nación que sólo existe en las mentes calenturientas de políticos sin escrúpulos.