sábado, 30 de abril de 2011
Boris Izaguirre se marchó de Barcelona por no saber catalán
Boris Izaguirrre se lo contó a Albert Om en el programa de TV3 "El Convidat" (gran programa, por cierto). Boris, lo explicó avergonzado, dudó, se disculpó, lo matizó, pero al final explicó que se marchó de Barcelona por no hablar catalán. No es el primer escritor latinoamericano que huye de Barcelona por la lengua pero tal vez si sea el último, ya que ahora han dejado de venir. La cultura ha dejado de ver a Barcelona como un buen puerto donde atracar.
jueves, 28 de abril de 2011
martes, 19 de abril de 2011
El esquizofrénico catalán
Me parece muy oportuno recordar este capítulo de "Orden especial", la serie que realizó para TVE La Compañía "Els Joglars".
lunes, 11 de abril de 2011
viernes, 8 de abril de 2011
Eduardo Mendoza, el Premio Planeta que pudo ser catalán pero que la Generalitat prefirió que fuese español
Os copio parte de la entrevista que El Cultural.es realizó, recientemente, a Eduardo Mendoza.
Se remueve incómodo en el sillón al recordar la polémica que le niega como escritor catalán por no usar esa lengua. Describe los campos de batalla, dice que todo es más sencillo, que jamás le ha quitado el sueño, y que lo peor fueron los excesos de ambas partes.
Omertá en el Palau
-¿Cree, de todas formas, que la aprobación del Estatut vuelve a abrir una brecha con el resto de España?
-Creo que sí, y es parte de este malvivir que llevamos; creo que hay muchas negociaciones pendientes, mucha comunicación que reestablecer, y un evidente victimismo catalán que no nos hace ningún bien, y que se complementa con la omertá que a veces nos explota en la cara, como en el caso del Palau.
-¿Omertá, ley del silencio?
-Sí, porque habían convertido el Palau en un símbolo del catalanismo, sin que tuviera que serlo, y de pronto se nos cae. Y ahora no saben qué hacer. La diferencia con el pasado es que ahora los sinvergöenzas acaban en la cárcel con sus cómplices, aunque debemos ser un país riquísimo porque a pesar de los escándalos de Marbella, Görtell, De la Rosa y demás no hay pueblo perdido que no tenga su polideportivo de Norman Foster.
Se remueve incómodo en el sillón al recordar la polémica que le niega como escritor catalán por no usar esa lengua. Describe los campos de batalla, dice que todo es más sencillo, que jamás le ha quitado el sueño, y que lo peor fueron los excesos de ambas partes.
Omertá en el Palau
-¿Cree, de todas formas, que la aprobación del Estatut vuelve a abrir una brecha con el resto de España?
-Creo que sí, y es parte de este malvivir que llevamos; creo que hay muchas negociaciones pendientes, mucha comunicación que reestablecer, y un evidente victimismo catalán que no nos hace ningún bien, y que se complementa con la omertá que a veces nos explota en la cara, como en el caso del Palau.
-¿Omertá, ley del silencio?
-Sí, porque habían convertido el Palau en un símbolo del catalanismo, sin que tuviera que serlo, y de pronto se nos cae. Y ahora no saben qué hacer. La diferencia con el pasado es que ahora los sinvergöenzas acaban en la cárcel con sus cómplices, aunque debemos ser un país riquísimo porque a pesar de los escándalos de Marbella, Görtell, De la Rosa y demás no hay pueblo perdido que no tenga su polideportivo de Norman Foster.
jueves, 7 de abril de 2011
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